Con tantas opciones disponibles, Selig recomienda que tanto las marcas como los fabricantes de tapas y cierres tengan en cuenta aspectos como las características del producto, el envase, las normativas aplicables y las necesidades del consumidor para encontrar la solución más adecuada.

Características del producto
Identificar cuál es el uso final del producto en el mercado y sus características (seco, líquido, sensible al oxígeno, etc.) determinará los requisitos del recubrimiento. Los recubrimientos están diseñados para garantizar la integridad del producto desde su fabricación hasta su consumo. Por ejemplo, un producto seco puede estar suficientemente protegido simplemente con un recubrimiento primario de espuma si el producto no requiere ninguna otra característica de rendimiento como precintos de garantía o de sellado hermético. Además, si lo que hay dentro del envase es un producto agresivo (lejía, productos químicos industriales, etc.), puede ser necesario proteger la lámina contra el deterioro o la corrosión.

Material del envase
Aunque Selig ofrece soluciones de recubrimientos para todos los materiales, es importante identificar el material del envase en las primeras fases del proceso de selección. Esto es especialmente importante si se está considerando un sello por inducción, ya que el material del sellado térmico del recubrimiento depende del material del envase al que necesita adherirse. Entre los materiales de envasado más comunes se encuentran el polipropileno (PP), el poliéster (PET), el cloruro de polivinilo (PVC), el polietileno (PE) y el vidrio.

Características de retirada
El rendimiento de la retirada del recubrimiento o cómo se retira del envase es fundamental tanto para ofrecer protección como para garantizar la satisfacción de los consumidores. Existen cuatro categorías de características de retirada:

• Retirada limpia: Todo el recubrimiento se despega de forma limpia en una sola pieza, dejando la apertura del envase limpia y sin residuos.
• Precinto de garantía: El recubrimiento se desprende pero deja un residuo en la abertura del contenedor, lo que sirve de evidencia visual de que ha sido abierto.
• Perforable: El sellado se puede perforar, rasgar o romper fácilmente con un dedo para abrirlo, lo que sirve de evidencia visual de que ha sido abierto.
• Resistente a la perforación: Este tipo de recubrimiento debe cortarse para poder abrirlo, normalmente con la ayuda de una herramienta o instrumento. Los precintos resistentes a la perforación incluyen una capa de barrera para proteger la lámina de aluminio.